12 de octubre de 2009

Museo prohibido



Jesús Malverde, santo "patrono" de los narquillos mexicanos.

Hoy salió en el diario que regalan en las esquinas una nota interesante sobre un museo que, si bien no está abierto al público, alberga una gama de piezas por demás fascinantes. Se trata de un lugar de poco más de 100 metros cuadrados dedicado a mostrar muchas cosas que se recolectan en operativos contra el narco: el Museo del Enervante.

Según los señores de la SEDENA (Secretaría de la Defensa Nacional, por si no se acuerda, mi bien instruido y querido lector), este no es un narcomuseo, sino un lugar para instruir sobre las drogas, oséase pa' que los investigadores sepan las mañas, costumbres y algunos tejes y manejes de los narcotraficantes en México.

Dentro de sus paredes, aquellos que reciben autorización para visitarlo, pueden encontrar hartas cosas como armas "dioro" con empuñaduras de piedras preciosas (bien finísimas y con muchas clase), una reproducción del altar de Maleverde (el santo de los narcos de quien se dice era una especie de Robin Hood), narcomantas (con mensajes bien bonitos para el ejército o el gobierno), un perro disecado (porque los binomios can/humano son bien eficientes en combate -¿por qué no disecan a un soldado?-) y hasta unas celdas solares (porque ahora resulta que los narcos son ecologistas y utilizan esta tecnología para tener energía eléctrica en lugares remotos).

¿Cómo ve, lector? Estaría bueno armarnos una visita, aunque para como se las gastan nuestros gobernantes, seguro sería imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario