"Buenas tardes", "saludos cordiales", "quedo de usted", "agradezco de antemano", etc. son frases trilladas que podemos encontrar en la correspondencia electrónica de ambas partes, pero que son infalibles y hasta necesarias (por aquello de no herir susceptibilidades).
Lo pongo al tanto, lector. En la editorial donde trabajo hacía falta la imagen de un cliente para publicarla en uno de nuestros bookazines, por lo que la diseñadora le envió un correo a la persona encargada para que solucionara el problema. En un primer momento, esta persona dijo que todo estaba bien. La diseñadora vio que no y volvió a mandarle un correo diciéndole que revisara todo. La persona lo hizo, se dio cuenta de su error y contestó, vía mail, de la siguiente forma:

Luego hablamos a la empresa, pedimos con el director general, le comunicamos la falta de "tacto" que tenía esta mujer para llevar las relciones públicas de su área y, acto seguido, la despidieron sin liquidación.
No es cierto, la verdad es que sólo nos dio mucha risa. ¡Aún hay gente feliz y despreocupada en este mundo!
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