
Supoengo que por eso, recientemente, en México, apareció su par, un individuo que se hace llamar Jay-C, quien le ha vendido discos a su mamá y sus tías, recibido el premio al esfuerzo en su escuela, tiene una deuda terrorífica con el banco, juega en un equipo de soccer llanero, toma chelas los viernes en la banqueta afuera de la tiendita de su barrio, puso un puesto de ropa de segunda mano en el tianguis de los domingos y utiliza su compu y discos vírgenes para grabar canciones.

No hay comentarios:
Publicar un comentario