Acabo de escuchar dos chistes muy blancos*, pero debo compartirlos con usted, lector, para demostrarle que el albur y la vulgaridad no es lo único que puede hacer reir a la gente. Aunque debo confesar que éstos sólo me harían reir en estado etílico, son los clásicos de final de borrachera...
*Por seguridad de la persona que me los contó no revelaré la fuente.
1
¿Qué le dijo un molusco a otro molusco?
- Y, ¿como luzco?
2
Iba una cereza caminando por la calle y de repente pasa frente a un espejo y se pregunta:
- ¿Seré esa yo?
DUUUUH!!!
Sus ojos son fuego
Hace 1 semana
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