“No quiero dejar a los humanos, necesito su amor y su apoyo. Amo a la gente que me cuida y que se preocupa por mí, pero lo que necesito es contacto con mucha gente”.
¿Qué le parece, estimado lector, la frase de arriba? Es probable que piense que un extraterrestre tuvo contacto con alguna comunidad terrícola y antes de partir (cabe destacar que su partido fue obligatoria) pronunció estas hermosas palabras de fraternidad. Pero no, en realidad estas palabras las dijo, a más bien las pensó, Keiko, esa orca tan famosa que era explotada en Reino Aventura (parque de diversiones que ahora se llama Six Flags).
Y después de tal aseveración puedo imaginar su pensamiento: "este güey está desvariando", "no ma... ¿qué te pasa?", "¿qué jalada es es", etc. Aunque no dudo que alguien diga, "¿y por qué no?". Bueno, como el asunto no es lo que usted piense, amigo lector, mejor le explico esta locura, o para ser más certero en el calificativo: ridiculez.
Resulta que hay unas expertas que van por el mundo comunicándose telepáticamente con las orcas. Y esto es un trabajo de años y años de conversaciones. Una de llas obtuvo de Keiko la declaración anterior cuando, como ha de saber, informadísimo lector, Keiko fue liberada y devuelta al mar, en donde se dice que todo el tiempo buscó el contacto con barcos (para estar cerca de los humanos).
“Esta idea hubiera sido buena para otra orca, pero no para mí; espero que la gente pueda comprender que no todas las orcas somos iguales, que somos individuos”.
Esa fue otra de las declaraciones de la compungida, triste y decepcionada orca. ¿Cómo la ve? ¿Le daremos el beneficio de la duda a estas personas? ¿O acribillamos en primera instancia, al editor de El Universal que permitió que publicaran esa nota; en segunda, a la reportera que la redactó, y en terecera, a las "médiums" de orcas? Usted dirá.
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