Y es que he visto ridiculeces que van desde colocarles moñitos en las orejas, vestirlos de hadas o seres mágicos (esto me tocó en una cobertura que hice de la marcha del orgullo gay) y, el clásico que #esnaquísimo, cortarle el pelo para que parezca león (ubica, ¿no?).
Sin embargo, debo confesar que, aunque no soy muy fan de la Guerra de las Galaxias y desapruebo el disfraz, este dueño se voló la barda, y me sacó un par de carcajadas.

NOTA: si es usted un poco inculto y no entiende la imagen, le explico que este perro está disfrazado de Chewbacca, el eterno compañero del capitán Han Solo, ambos personajes de La Guerra de las Galaxias, de George Lucas.
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