Hace un par de días escuchaba el noticiario de la mañana en una estación de radio. El locutor comentaba sobre el tema de la influenza humana (se podía apreciar en su tono un cierto hartazgo, como dando a entender que ya debíamos dejarlo en paz -el tema, por supuesto-). El caso es que después de dar las cifras del día y retomar los comunicados del Secretario de Salud, anunció una entrevista: una señora de nombre Jésica, residente de Tultitlán, Estado de México, estaba enferma de influenza y había accedido a responder algunas preguntas.
Background (o antecedentes). La señora Jésica tiene un hijo llamado Héctor, Hector contrajo el virus AH1N1 y fue a dar al hospital, después lo contrajo su hermano, o hermana, no recuerdo. Hasta ese momento, la familia comenzó a ser discriminada por los vecinos y hasta sus amigos. Afortunadamente, Héctor y su hermano salieron de peligro, pero su mamá enfermó y a la fecha convalece. Al esposo de la señora Jésica lo despidieron injustificadamente (un patrón ignorante le dijo que como podía tener el virus se olvidara de la empresa) sin darle un centavo. Omitieron el nombre de la empresa, pero se dijo que es una de mensajería en la colonia Narvarte. La familia se quedó sin sustento y con la necesidad de medicinas. Además, Héctor, de 17 años, tiene secuelas del padecimiento, un problema motor, todo esto por que no fue atendido en un primer momento por un doctor de la Cruz Roja (por estar enfermo). Agréguele que para ir al hospital deben hacer un recorrido de casi tres horas y el estudio que Héctor requiere cuesta unos 2 mil pesos.
Así la situación al momento de la entrevista. El locutor le pregunta a la señora Jésica, quien a duras penas emitía palabras y se disculpaba por no poder hablar bien (su tono era como el de la señora del chiste del elefante violador de Polo Polo), si algún funcionario del Estado de México se había acercado a ayudarle en el caso. A lo cual la convaleciente contestó, cito indirectamente:
Pues me habló un señor Gabino, creo que es el señor que se está postulando para Presidente Municipal, creo que se acaba de cambiar a Convergencia, no sé de qué partido era, y me dijo que en media hora llegaba a mi casa para resolver mi caso, me lo dijo hace dos días y no ha llegado...
¡Dos días de retraso! Eso es verdadera impuntualidad, nada de que diez o veinte minutitos (a la mexicana). Al parecer el presunto candidato estaba enterado de la gravedad de la situación (ajá) y, apelando a su gran espíritu humano decidió ayudar a la familia en cuestión, pero algo se le atravesó...
Fíjese usted, primero las despensas, las cubetas, las escobas y demás enceres domésticos y de uso personal, luego el dinero en efectivo, seguido de las intimidaciones. Tal parece que la creatividad de los candidatos en cuanto a las técnicas de captación de votos el ilimitada: ahora casi ofrecen la cura contra el virus.
es totalmente cierto chico, eso susede en todos los paises es una manipulacion tremenda . da pena ver que representantesde una localidad y hasta de nuestro pais tengan que hacer una cortina de humo para porder hacer algo provechoso . muy buena la refleccion
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