¿Qué tanto es tantito?

Ésta ya es noticia vieja, pero se me había pasado escribir sobre ella. Tampoco es algo tan importante, pero me parece que resalta la ideología del mexicano promedio, esa de ¿pus qué? o ¿qué tanto es tantito?

Tengo un amigo que trabaja en el Reforma. Me contó que hace poco entró a trabajar un chavo nuevo a la sección Nacional. Tres semanas llevaba ahí, con un desempeño normal, cuando le dijeron que tendría que hacer guardia. No recuerdo si era viernes o sábado, pero tendría que quedarse hasta la madrugada. Llegado el momento de la responsabilidad, este muchacho se reportó enfermo y por ende no fue a trabajar, ni cubrió la guardia.

Ese mismo día, la afamada y bien ponderada sección de sociales, Club, cubrió la graduación de una escuela, no me pregunte cual, lector, no sea tan chismoso. El reportero y el fotógrafo hicieron su trabajo, lo hicieron demasiado bien. Al momento de revisar el material gráfico de la fiesta (oséase las fotos). El bienaventurado empleado de Nacional apareció en una de las imágenes disfrutando de la velada, parrandeando con unas muchachas que se notaban un tanto felices ya, él también portaba una sonrisa.

Es bien sabido que en las grandes empresas siempre hay grandes grillos, así, alguien de Club dio el pitazo a la sección Nacional. Como en el Reforma no se andan con payasadas, este chico, que apenas, repito, llevaba tres semanitas en el cargo, fue despedido.

¡Fue un abuso en contra de sus derechos! ¿Cómo iba a pasarse aquella noche de fin de semana en la redacción cuando su novia festejaba su graduación? Terrible, ¿no cree, lector?