Todo por los votos

Dicen en las noticias que, según las encuestas, la mayoría de la gente no irá a votar este 5 de julio. De los pocos que irán, una gran parte anulará su voto y los pocos que se tomen el tiempo de elegir a un candidato (esto ya es conclusión mía) se volverán a equivocar porque en realidad no hay a quién irle, cheque estos dos ejemplos:

Paz Quiñones, candidata a Diputada Federal por el Distrito XXVI, dice, en un ardid publicitario de lo más ridículo, que se compromete ante notario a donar el 40% de su sueldo para ayudar a dos instituciones sociales: una que apoye a los niños y otra a los ancianos. Se supone que un diputado federal gana, en números cerrados, 77 mil pesos, lo cual nos deja la fabulosa cantidad de 15 mil pesos, en números cerrados también, para cada institución. Se oye de lo más bonito, lo sé, pero el asunto es que no dice si lo va a donar cada mes, tampoco dice si le restará el 20% en donaciones a sus bonos, gratificaciones y demás dinerito extra que le entre por ahí, buza caperuza la mujer. ¿Cuál es el problema de donar 30 mil pesitos si se va meter quién sabe cuánto más en caso de ganar las elecciones?

Pero lo peor de todo es que, y no miento querido lector, véalo usted mismo, Quiñones, en su página de internet, sección "Compromisos", sólo tiene ese, oséase las donaciones. ¿Y la inseguridad, la violencia, el caos vial, la recuperación de áreas verdes, el ambulantaje y todo lo que en verdad es trascendente para la ciudadanía? A eso no se compromete ante notario. Pues no, ¡qué miedo!

Azucena Olivares, candidata a la Presidencia Munipal de Naucalpan, prefirió no aventarse el problemón de los notarios y los compromisos firmados y decidió que era mejor ver por las cosas que le hacen falta al pueblo, como la salud.

Entonces rompió el cochinito, mandó a hacer unas estampitas del PRI, bien bonitas, con los tres colores bien brillantes. Después juntó al equipo de campaña y los mandó por hartas caguamas. Entre todos le pegaron las etiquetas a los envases, después se subieron a unos vehículos y que se lanzan a repartir cheves a los lugares más finos de Naucalpan (figúrese usté a dónde). Así, la bandera banquetera tuvo un día de alipuz gratis, o sea que los vecinos del barrio bebieron sin costo alguno. ¡Vaya forma de comprar a la gente! Se vio lista Olivares, al final del día muchos mexicanos le pegan duro al vidrio, y si es gratis, ¡más! Eso sí que es ver por la salud (cheers, sköl o arriba, abajo, al centro y pa'dentro).

Esperemos a ver qué más pasa, porque sin duda, en esta semanita de cierre, las aberraciones estarán a la orden del día: todo sea por ganar el voto de la ciudadanía...