Todos somos culpables

No es que nadie lo sepa, pero ya que es el tema de esta entrada tengo que reiterarlo: la selección mexicana de futbol soccer es una verdadera desgracia, vergüenza, tristeza, patada en los... y todo lo demás que se le pueda agregar en un sentido negativo. No es que nadie los sepa, pero ayer la selección mexicana de futbol soccer perdió, con marcador de 3-1 frente a Honduras, uno de los partidos clave en la eliminatoria rumbo al mundial de Sudáfrica 2010. No es que nadie lo sepa, pero jugando así no se podrá clasificar al máximo torneo de la disciplina y, no es que nadie lo sepa, pero, al parecer, estamos en crisis.

La felicidad que se respiraba después de un pobre y patético triunfo ante Costa Rica en el Estadio Azteca se convirtió en un silencio avasallador, en una llamada de atención porque todo peligra, todo: el puesto del técnico, la convocatoria de "jugadores", la cabeza de los directivos (sí, como no), el apoyo de la gente, la venta de boletos, el orgullo futbolístico, la posición privilegiada en el área continental, el rating, los bonos...

Todo peligra y todos se avientan la bolita. Nos hacemos tontos, prolongamos el sufrimiento, arrastramos la mediocridad característica de nuestra idiosincrasia. Todos somos culpables.

1. Afición: llenamos los estadios, tanto en terreno local como extranjero; compramos playeritas, tanto originales como piratas; idolatramos a los jugadores, tanto mexicanos por nacimiento como nacionalizados; vemos los partidos en la televisión, ya sea a través de Televisa o TV Azteca y, por si no fuera suficiente, seguimos creyendo que, pase lo que pase, un día México va a lograr algo en la escena internacional (hablo de soccer, claro está).

2. Medios: no queda otra, la selección nacional mexicana de futbol soccer es un gran negocio, y lo es porque la afición llena los estadios, compra playeritas, y sigue los partidos por la televisión. No tengo idea de cuánto cueste un anuncio de 20 segundos durante un partido del Tri, pero imagino que en esa cifra se pueden leer muchos ceros. Entonces, y para que esa cifra con muchos ceros cambie de manos. hay que armar una fiesta mediática que alegre y aliente el corazón del pueblo, hay que crear una ilusión, hay que sacar a los jugadores en spots diciendo que "viva la verde", hay que organizar concursos para que la gente "abrace" online a su jugador preferido e inventar frases pegajosas que los locutores puedan repetir cada dos segundos como "el Tri de mi corazón".

Por si fuera poco, durante las transmisiones hay que glorificar a jugadores como Luis Pérez (¿quién?), Giovani Dos Santos, Carlos Vela (¿qué hacen?, ¿qué aportan?), criticar al equipo contrario por el solo hecho de serlo, organizar concursos vía teléfono celular, regalar casas y paquetes promocionales, analizar las jugadas con "tecnología" que no sirve de nada (excepto para competir con la televisora de "enfrente") y por supuesto incluir seudo comentaristas, seudo analistas y seudo conductoras con cuerpos voluminosos (para asegurar algunas miradas masculinas, supongo).

En pocas palabras: los medios son una broma. Faramalla.

3. Equipo (si podemos llamarlo así): quien haya seguido a la selección mexicana de futbol soccer desde el primer partido eliminatorio ya sabrá lo que viene.

- Jugadores: los tenemos en varias presentaciones, los hay divas, huevones, alzados, vedettes, y de vez en cuando (Pavel Pardo) comprometidos. En su mayoría, los jugadores de este grupo parecen no tener idea de lo que significa representar a un país, y mucho menos del impacto que sus acciones dentro del terreno de juego tienen sobre los habitantes del mismo. Pero, ¿por qué será?

¿Será la falta de educación? Habría que revisar cuántos de ellos terminaron la secundaria. ¿Será el dinero y la fama? Es posible que si sus equipos, tanto en ligas extranjeras como en la nacional, siguen atiborrándolos de pesos, o euros, estas personas pierdan el piso y, eventualmente, el sentido de lo que hacen. ¿Será que simplemente son mediocres y han perdido la pasión por lo que hacen, si es que alguna vez la tuvieron? Habrá que preguntarles. ¿Será que tendrán los pantalones para responder?

-Cuerpo técnico: el señor Sven Göran Eriksson a duras penas habla español. Es todo.

-Directiva: ¡bah! Una vez más se hace presente la incapacidad, INCAPACIDAD. Falta de liderazgo, pésimas decisiones al momento de contratar o en este caso muy, muy, muy particular, de despedir, malos manejos tanto en lo económico como en lo futbolístico, prevalencia de intereses monetarios, corrupción... el cuento de nunca acabar. Como diría un amigo, ¿qué somos, hombres o payasos? Urge un cambio de aires en la Federación, en sus formas, sus fondos, en todo.

Pero no hay duda, el futbol soccer es el deporte por excelencia en México, donde se dice que hay más canchas para practicarlo que escuelas (no lo dudo ni tantito), donde no se puede encontrar a 22 futbolistas respetables en una población de más de 100 millones, donde la pasión manda (como dice el anuncio de una reconocida marca de cervezas) sobre la razón, la inteligencia y las ganas de triunfar y salir adelante de forma ordenada.

Desde la perspectiva de un humilde y no enojado, sino decepcionado seguidor del equipo tricolor, todos tenemos algo que ver en esta desgracia deportiva que, en gran medida, refleja el atraso que vivimos como país y como sociedad.

Todos somos culpables. ¡Si señor!