11 de enero de 2012

Rico y naco

Lamentablemente esta es la realidad que vivimos en un país donde las diferencias entre las clases sociales son polares, en el que un imbécil que paga 30 mil pesos de mantenimiento cree que puede abusar del tipo que le ofrece un servicio (de regreso al feudalismo) y en el que las autoridades son incapaces de imponer un castigo ejemplar.

¡Qué pena! Cuando veo este tipo de cosas me pregunto, ¿ésta es la sociedad que queremos? ¡Tanque para este animal (que es un verdadero peligro para la sociedad)!



Otra cosa hay que mencionar. Sin duda, el abuso de poder es algo deleznable, pero, qué pasa con el tipo agredido, ¿por qué no se defiende? El miedo, la debilidad de caracter, la creencia de que porque el agresor tiene dinero está por encima de la ley es lo que hace de este tipo un pusilánime, y de este país un hoyo negro.

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