13 de diciembre de 2010

Suicidio social


La semana pasada postee una entrada de una chavita que se grabó mientras cantaba una canción de amor. Para hacer ese tipo de ridiculeces, alguien TIENE que estar enamorado. Mire, por lo menos el amor es una razón, un motivo de peso, pero esto, lector, esto sí que supera los límites de la dignidad. No hay justificación alguna para esta autohumillación.

Si alguna vez le entran ganas de que nadie le hable o de que en la calle lo vean con esos ojos que desnudan, su familia jamás lo vuelva a invitar a una comida y su futuro en la sociedad desaparezca, ponga su cámara, dele play al iPod y baile (después lo sube a You Tube).

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