20 de junio de 2011

Black Hawk Down

Después de una cierta cantidad de cubas, la gente reacciona de diferentes maneras: algunos cuentan chistes, otros se ponen violentos, otros lloran o cantan, unos más optan por entregarse a Morfeo y echarse un pistito (el regreso a la fiesta con pilas cargadas es opcional).

Cuando el sueño apremia lo mejor es subirse a un taxi e irse a casa, pero si eso es imposible, por cualquier razón, entonces hay que irse a un cuarto, o al coche, si está muy difícil, pues al baño (pero hay que avisarle a alguien para que no se olviden de uno. Todo con tal de evitar el Black Hawk Down.

Es un término que recién aprendí la semana pasada. Me contó un amigo que su novia estaba más cansada que los demás y, de pronto, le dijo: "Oye, Black Hawk Down, Black Hawk Down" y, antes de que él pudiera contestar "I'm sending the humvees", ella ya estaba recargada en la mesa, una mano de soporte para la frente y la otra en la espalda, como es debido.

Este tipo de BHD, aunque vergonzoso, es "decente". Hay que tener cuidado de no llegar al que está ilustrado en la fotografía; el piso no es buen lugar para un borrachín.

Por si no lo sabe, o no se acuerda, Black Hawk Down es una película de Ridley Scott que trata sobre una misión que un grupo de marines gringos emprenden en Somalia. El asunto es que llevan unos hermosos helicópteros Black Hawk que los rebeldes tienen a bien derribar. Se la recomiendo.

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