En la Ciudad de México sufrimos constantemente de problemas viales. Si no es el tráfico son las inundaciones, los policías ineptos, un camión que se cae del segundo piso de una avenida, una carambola (sí, choque múltiple), un tope doble, un bache del tamaño de un cráter, o peor aún, un cráter, un perro muerto, un gato muerto, un hombre muerto, un tipo que se adueñó de un carril para poner su puesto de tacos, varios tipos que se adueñaron de un carril para poner un sitio de taxis o un paradero de microbuses, conductores inconcientes, señoras atravancadas (y señores también), jóvenes borrachos, peatones que se creen de hule...
Creo que lo único que falta es que nos caiga nieve, y ahí sí, querido lector, esto sería un asco. Lo bueno es que me he adelantado al suceso y descubrí que, en alguna parte del mundo, hubo una solución, espero que la podamos aplicar acá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario