11 de abril de 2011

Atásquese que hay lodo

La vida de un rockstar es buena. Una vez me dijo Bonnz, de Hello Seahorse! que sería tonto no aprovechar que pueden entrar gratis a los lugares, que les regalan cosas y todo el trato VIP que les dan. ¡Y sí que lo sería! Pero el otro día me tocó presenciar un verdadero acto de rapiña.

Resulta que un grupo iba a tocar en una fiesta patrocinada por cierta marca, misma que los invitó a una de las boutiques que tienen para que los integrantes escogieran un outfit. Ellos comenzaron a ver todo la ropa, los tenis y, de pronto, el organizador de todo el asunto palideció. Llevaban artículos para todo su familia, incluso para el perro y la abuela, agarraban ropa sin verla (casi sin probársela). Evidentemente la cuenta iba a ser inmensa...

Un amigo que me acompañó dijo que "así son los rockstars, para ellos esto no es aprovecharse". Yo diferí. Así que, lector, si un día le toca invitar a una estrellita a algún lado, no se olvide de ponerle límites antes de que apañe y arrase.

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