17 de mayo de 2010

La negra


Finalmente llegó el tan esperado día del partido de despedida de la Selección Mexicana de Futbol. Tres partidos previos en Estados Unidos, contra rivales de dudosa jeraquía y con resultados de dudosa calidad, hicieron que el público pensara que el juego ante Chile podría ser o muy bueno o igual de nefasto que los anteriores.

Dada esta situación, para nadie fue sorpresa el aburrido y mediocre 1-0 que consiguió el "Tri" la tarde del domingo. Aunque los primeros minutos auguraban un buen partido, después del gol el equipo volvió a su habitual "modus jugandi" de flojera. El público en la tribuna comenzó a divertise por cuenta propia, cantando, organizando olas y hasta peléandose con sus semejantes.

En el segundo tiempo, después de la salida de Cuauhtémoc Blanco, todos temblamos de miedo cuando vimos en las pantallas gigantes el rictus de dolor de Andrés Guardado (de terror habría sido que nos lesionaran a uno de los pocos que valen la pena). Pero más temor invadió a la afición cuando entró Adolfo "Bofo" Bautista, quien fue abucheado por 100 mil gargantas en todo momento.

Al final nadie se dio cuenta de que el partido había terminado y sólo algunos entonaron las canciones de un mariachi que, sin éxito (al igual que el equipo verde) intentó prender la fiesta de despedida, inmerecida, claro está.

En lo personal me sorprendió ver a tantos aficionados con la nueva playera negra de visitante. Imagine usted, lector: el día era gris, la lluvia amenazaba con caer, el partido fue un asco y cada vez más aficionados visten, tal vez sin saberlo, de luto.

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