3 de mayo de 2010

¿Cómo solucionar problemas?


Es de todos sabido que en las actividades humanas que suponen competencia, o sea casi todas, la probabilidad de que surjan conflictos por el sólo hecho de perder es alta. Y es que, ¿a quién le gusta perder? Claro que hay pérdidas, se me ocurre el no ganar un caso millonario para el bufete de abogados donde un litigantes trabaje, que son desastrosas; pero también las hay de puro orgullo, como no ganar un partido de futbol.

Y es justo en este deporte donde los ánimos pueden caldearse al grado de enfrentar a los equipos en las más diversas formas posibles. Incluso se han visto casos donde los miembros de un equipo se enfrentan entre ellos porque "¡cómo no metiste ese gol, pendejo, estabas solo!". Ya sabe, fino lector, que el vocabulario en la cancha puede ser bastante desagradable.

Pero para continuar con lo de perder. tengo que contarle una anécdota que me paso una amiga. Disculpe la falta d detalles, pero en parte no recuerdo todos y en parte no me los pudieron dar.

Todo pasó en una liga de futbol femenil, donde las cosas no son menos intensas por el hecho de que las féminas jueguen. Uno de los equipos se disgustó por algo que sucedió en un partido. Discutieron, no hubo buena respuesta, los ánimos se caldearon y las chicas que conformaban el equipo en cuestión decidieron que la mejor forma de arreglar la situación era... rompiéndole la madre al administrador de la liga. Lo cual hicieron con verdadera enjundia, pues jamás les permitieron volver a jugar, incluso por separado y en otros equipos.

Vaya administrador, qué nena, ¿no?

Aunque seguramente ya ha visto este famoso video, no está de más mostrar la forma en que se "debe" jugar futbol, con garra y entereza.

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