11 de noviembre de 2010

Dile que digo que sí


He de decirle, lector, que yo no creo en el matrimonio; sin embargo, entiendo la importancia que tiene para muchas personas y hasta cierto punto también comprendo los procesos. Me refiero a que es una ocasión especial, desde la pedida, la entrega del anillo (con la respectiva respuesta de la susodicha), la fiesta (si es que la arman), la elección de lugares (aunque al parecer es más importante para las chicas), la contratación de grupo, de mesa de regalos, hasta el "gran día".

Ayer escuché en el radio la forma más estúpida de abordar el punto número dos: entrega del anillo. No sé cómo lo habrá hecho el enamorado, si se la llevó a la playa y le armó una cena o si se lo entregó afuera de su casa mientras cantaba una desafinada canción acompañado de un mariachi barato, lo que sí sé es lo que hizo ella.

De entrada, se entiende que no le respondió en el momento, lo cual ya es deprimente sino que esperó hasta que W Radio tuviera en sus instalaciones a los muchachones de Café Tacvba (sí, el grupo musical), que estuvieron en entrevista para un programa denominado Foro W, donde invitan a gente para que platiquen con los entrevistados.

Resulta que esta mujer, con total falta de sensibilidad, le pidió a uno de los integrantes de la agrupación que, al aire, dijera por ella que sí se casaba.

¡Fack! Es como si la novia le mandara un mail diciendo que acepta. Yo que él, le dedicaba "Ingrata", rola que hicieron famosa los Tacvbos.

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