29 de marzo de 2011

Pul stail

Seguramente le ha tocado, querido lector, estar en algún lugar donde la gente hace uso de la alberca, ya sea hotel o balneario. Estoy seguro que usted se pone un traje de baño, usa sus Aqualetas y listo, pero hay gente que suele hacer otras cosas, como:

- Meterse a nadar con playera, incluso con pants.
- Untarse bronceador en la cara como si quisiera camuflajearse para una batalla en la nieve, y luego meterse a nadar (agua grasosa, pues).
- Orinar dentro de la alberca (incluso algunos se creen submarino de guerra y lanzan torpedos color café).
- Aperrarse como reos en celdas mexicanas, cuando el agua ya está tibia, para no sentir frío (generalmente pasa en los balnearios).
- Meter a sus hijos con el pañal puesto (hace las veces de trajecito de baño).
- Comer (una pierna de pollo) o beber (su cuba de Bacardí blanco) dentro del agua.
- Fajar, o, si es primavera, "amarse" en el agua (aguas con el coitus interruptus).
- Snorkelear.

Llevar la botanita a la orilla.

Si usted ha estado en albercas donde una o más de estas acciones suceden, revise su próximo itinerario de viaje, quizá quiera cambiar de hotel o balneario.

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