1 de marzo de 2011

El ligue


Por alguna razón que desconozco, querido lector, esta mañana recordé una anécdota que hace unos años me contó un conocido. Trata de cómo una señorita de dudosa formación académica intentó abordar (conquistar) a este amigo, un domingo cualquiera en las inmediaciones de Chapultepec.

Por si no lo sabe, los domingos en Chapu tienden a ser folclóricos. Entiéndase que la banda se junta en cantidades industriales; familias, amigos y parejas se dan cita, ya para pasear y tener un buen rato de esparcimiento, ya para asistir a los distintos eventos y lugares dedicados a la cultura.

Entre todas estas personas también es factible encontrar a uno que otro personaje que, apostando a su perseverancia, busca el amor (al fin que hay harta gente y, en una de esas, es chicle y pega):

Señorita: pssst, pssst (esto es un chiflidito de esos que se usan para llamar la atención de alguien).
Amigo: (sigue de largo).
Señorita: oyes tú, ¡amigo!
Amigo: (se hace el desentendido y sigue caminando).
Señorita: oyes, oyes, sí, tú, el de los jeans, el alto...
Amigo: (medio voltea y sonríe, pero sigue caminando).
Señorita: tsaaaa, ya, amigo, no te hagas el del rogar.
Amigo: (sonrojado, definitivamente acelera el paso y huye).

No hay comentarios:

Publicar un comentario