4 de marzo de 2011

Todo entre familia


¡Qué bonito es compartir las cosas entre familia! En lo personal, me llevo bien con todos: papás, hermano, abuelos, tíos, primos, y disfruto mucho platicar con ellos, ir de vez en cuando a cenar o a echar unos tragos, en fin, me gusta pensar que somos unidos (y lo somos) porque compartimos harto.

Pero esa es la mía, que intercambia ideas, pláticas, planes, se sienta en la misma mesa y abre las puertas de su hogar. Hay otras que, sin duda, rebasan los límites del intercambio, como la del ex bajista de los Rolling Stones, Bill Wyman.

Ayer estaba "stumbleando" y me encontré con esta historia, que tal vez alguno de ustedes, cultos y enterados lectores, ya conozcan, pero que aún así me pareció... interesante.

Este tipazo, Wyman, comenzó una relación amorosa con una chiquilla llamada Mandy Smith cuando ella tenía 13 años (precoz). Y no, Wyman no tenía 16, sino 47 (insisto, tipazo -aunque no entiendo por qué no lo entambaron-). Hasta ahí la pederastia es lo único que resalta en la relación. Pero la verdad es que el músico la amaba, y se esperó hasta que ella cumpliera 19, momento en el cual se casaron.

Tal vez era de esperarse, y poco menos de dos años después, ¡tómala!, divorcio. Creo que ella lo acusó de haberla inducido a tener sexo a los 14 o algo así (¿pues qué esperaba!). Bueno, el caso es que justo en este punto empieza lo de compartir con la familia.

Resulta que poco tiempo después de la separación, el hijo de Wyman, Stephen, de 30 años, se casó, nada más y nada menos, que con la mamá de Mandy, de 46... al fin que ya se conocían, ¿qué no?

¡Lo que es ser rockstar! Y como yo no soy, ni seré, mejor le huyo al altar, no vaya a ser...

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