15 de septiembre de 2010

Fuego

He de confesarle, querido lector, que mi capacidad de sorpresa es casi nula, no sé por qué, pero así es. Pasa que veo videos, fotos o situaciones en vivo que antes podrían ser desgarradoras y ahora pasan frente a mis ojos como si nada. Sin embargo, hay algunas cosas que me ponen a pensar, aunque no me dejen los ojos desorbitados o la boca lista para recibir a una mosca.

¿Usted qué haría para protestar por algo que no le parece? Un ejemplo sencillo es la persecución a la que fueron sometidos los monjes budistas por parte del gobierno vietnamita en la década de los 60s. ¿Usted organizaría una marcha? Tal vez escribiría una carta para recolectar nombres y firmas. No, mejor algo un poco más impactante, algo que se quede para la posteridad, algo que marque en la mente de los demás el compromiso y la fidelidad que le tiene a su ideología:


Junio 11, 1963. El monje Quang Duc se inmola en plena
calle para protestar por la persecución.

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