11 de octubre de 2010

Pajaritos


El título de mi entrada no tiene que ver con lo que pensó: un lugar arbolado, con un sol resplandeciente, un viento fresco, un cielo azul y varia aves de colores "cantando" melodías dulces. Bueno, los dos sabemos que usted es un hipócrita y no pensó eso, ¿verdad? Entonces sí tiene que ver con sus sucias ideas, lector.

Resulta que estar en un club deportivo (y ser una persona limpia) supone bañarse después de la actividad física que se realice. Bañarse entonces quiere decir que tendrá que ir al vestidor y encuerarse frente a los demás usuarios. Esta vez no puedo ser muy general, puesto que no tengo idea cómo sea el caso de las mujeres (aunque algunas dicen que ahí reina el pudor, he recibido comentarios encontrados) pero sí el de los machines.

Es cagado, lector, que los hombres se pasean sin pena alguna, con el badajo descubierto. Pero más cagado aún es que muchos también observan a los demás. ¿A qué se deberá? Tal vez porque quieren compararse, tal vez porque en el fondo les gusta ser unos voyeuristas, en el peor de los casos (porque pobres de los que no) tienen otras preferencias y se sabrosean a los compañeros.

En los vestidores se ve de todo, desde el peludo hasta el lampiño, el encorvado y el flojito, el minimosca y el peso completo. Vaya, si es usted observador de aves, se dará un festín.

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