¿Qué hace que algunas personas se vean bien, con luz (ángel, dirían los creyentes)? ¿Qué hace que otras parezcan piedras, entes oscuros? Ayer estaba echado en mi cama, viendo algún programa de la barra de opinión, y se me ocurrió checar el Twitter. Alguien comentó que el señor Joaquín López Dóriga, cabeza del noticiario de la noche del canal 2 de Televisa, estaba entrevistando al enorme actor Anthony Hopkins, y que le preguntó "Why the Rito?", refiriéndose a la nueva peli del inglés llamada El Rito (o The Rite).
Ese tipo de errores son comunes en los mal llamados comunicadores mexicanos, que no son otra cosa que actores de quinta intentando hacer un papel barato frente a las cámaras, como López Dóriga y su pupilillo, Carlos Loret de Mola. Así que no me sorprendió, pero me dejó pensando...
Hopkins habla con elegancia, se mueve y hace gestos que en otra persona podrían parecer nerviosismo, pero en él son tan naturales como parpadear, no titubea, sonríe, se ve limpio, con clase, contesta preguntas estúpidas sin evidenciar la falta de pericia de su entrevistador, en resumidas cuentas, ¡qué gran personalidad!
Por otro lado, el tipo de enfrente, con su pose fingida, su pedantería en el tono impostado de la voz, su pésimo inglés, su actitud de personaje culto que sólo lo hace ver como el farsante que es... Bueno ya, en resumidas cuentas, un payaso más de la televisión mexicana.
¿Qué hace que unos sean luz y otros niebla?, ¿quién decidió que era buena idea que este señor entrevistara a un personaje de la magnitud de Hopkins?
Fack! ¿Qué habrá pensado el buen Anthony cuando llegó a su hotel, cansado por un día largo, al recordar su experiencia en el foro de Televisa? ¡Vivan los medios mexicanos y sus pobres representantes.
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