18 de diciembre de 2009

Payaso vs. payaso

Tres años han pasado desde que Felipe Calderón asumió la presidencia de México. A treinta y seis meses y cachito, todo lo que dijo en campaña, todas las promesas (o la mayoría) con las que embelezó al pueblo mexicano, ahora son, por no decir otra cosa, lector, mentiras, no más que mentiras.



¿Qué será peor, que un payaso (o bueno, un "intelectual" que se viste como tal) tenga un programa de opinión (por chistoso que sea), o que un candidato a la presidencia de la República deje que se mofen de él como si estuviera con sus amigos en la cantina?

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