14 de diciembre de 2009

Quiero un depa así

¿Qué le parece, estimado y glamouroso lector, el edificio? Puede que un poco frío tal vez, pero a poco no le gusta el diseño. Algo europeo, un tanto minimalista. Imagínese dentro: mucha luz natural, espacios amplios, techos altos, un sillón por allí otro por allá, un detalle pequeño, una planta o tal vez una ramas de bambú, en el aparato Bose, del iPod se desprende un jazz, en la mesa baja, de caoba, lo espera su pareja con una copa de vino francés.

Bueno, usted es libre de imaginar lo que le venga en gana, yo sólo pienso que el edificio está fregón, tiene estilo, espacio y, aunque parece una universidad nórdica o tal vez un laboratorio, nadie, absolutamente nadie, rechazaría un departamento allí, ¿o si?

Sólo que hay un pequeño detalle concerniente a este edificio en particular: es una cárcel. Así como lo lee, en Austria, en el poblado de Leoben, un arquitecto de apellido Hohensinn diseñó este lugar con la idea de que así (seguridad por fuera, libertad por dentro) los reos se podrán rehabilitar con mayor facilidad.


Cuarto con tele y toda la cosa


Por si se le antoja leer algo


Pa' echar un café en la tarde

Motivo de debate, esto va de lo superficial a lo fundamental en el concepto de encarcelamiento: si son criminales, ¿por qué tratarlos bien? ¿se vale dejarlos en ambientes nefastos sin importar su dignidad y derechos? ¿cuánto le cuesta esto a la sociedad? ¿en realidad sirve?

Y así muchas preguntas más, pero queda en cada uno hacer la reflexión.

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