10 de noviembre de 2009

Telefonitis


Cada vez es más común que la gente utilice el teléfono celular para estar en contacto con otras personas. Y hasta cierto punto es lógico, pues la tecnología los hace más accesibles y las plataformas de transmisión de datos son un boom en la sociedad contemporánea. Oficinas en línea, Facebook, Twitter, aplicaciones de todo tipo para el iPhone, juegos y lo mejor de todo: poder escupirle al mundo lo que uno está haciendo desde el lugar que sea (y que el mundo quiera enterarse).

Así, cada vez más personas se sumergen en el mundo de la tecnología celular y los chavitos embelesados por sus Blackberrys con su BB Messenger le han dado a las compañías que ofrecen el servicio ganancias millonarias en los últimos meses, y ni se diga de la maravillosa y casi divina presencia del teléfono de Apple.

Yo he sido reticente, veo a mis conocidos pegados a sus celulares, cada pocos minutos están viendo si les llegó algo o no pueden estar en la mesa (comiendo) sin "textearse" con sus amistades, "tuitean" a toda hora, incluso para saludar a sus seguidores por la mañana y despedirse de ellos al caer la noche; no le miento, querido lector, van al baño con sus aparatos y "facebookean" (entiéndase "updatean" su status y chismosean en el de los demás) mientras están sentados donde el rey va solo.

Como decía, he sido reticente: no tengo Blackberry ni iPhone, no tengo internet ilimitado y mis alcances tecnológicos en ese sentido se limitan a mi lap o mi desk, estoy fuera de onda. Pero pienso, ¿qué se le va a hacer? Para mí la telefonitis sigue siendo hablar a altas horas de la noche con personas que extrañas, que te gustan, que te jodieron o que tienen una fiesta para seguir la pachanga que se te terminó, supongo que mi enfermedad tiene que ver con la inmediatez de la respuesta, pues el ring, ring es muy difícil de ignorar.

¿Será que la tecnología me ha superado o simple y llanamente me niego a aceptar que el sistema siempre llevará la delantera? La próxima vez que me de por hablarle a mi agenda entera intentaré mandar un "tuit", ya veré el resultado...


NOTA: esta entrada está dedicada a mi buena amiga A. S. Luna, que ya se la debía.

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