6 de enero de 2010

El lado positivo

No sé usted, lector, pero yo jamás he estado en algún lugar donde la temperatura alcance 40 grados bajo cero. Imagínese salir a la calle y que no haya otra cosa más que blanco, nieve y hielo, nieve y hielo y más nieve y más hielo. Sinceramente yo estaría harto deprimidísimo y sólo tendría ganas de dormir y chupar (si al ir al baño se congela aquellito...).

Este es precisamente el caso de la ciudad china de Harbin. Sin embargo, a pesar de las temperaturas extremas, los habitantes de dicha urbe decidieron ver el lado positivo de su situación y ser felices a pesar de las adversidades climáticas (¿qué otra, no?). Y no, juguetón lector, no salen a sus jardines a lanzarse bolas de nieve ni moldean muñecos con nariz de zanahoria, mucho menos abren hoyos en los lagos congelados para echarse chapuzones como algunos rusos locos, estos se fueron a lo grande, a lo maravilloso y espectacular.

¡Bueno ya, caray, suelta la sopa! Ok, ok, intenso lector: crearon el Festival de Hielo y Nieve de Harbin, en el cual se pueden apreciar monumentales esculturas (hechas de hielo y nieve, obvio) de diferentes construcciones del mundo o de símbolos culturales de oriente. Al parecer, y como lo informaba hoy en la radio un tal señor Limón, en la edición de 2010 se prodrá a preciar una reproducción del coliseo romano, vaya majestuosidad.



Lo malo, y esto lo escuché hace algunos meses, es que en aquella región el impacto del cambio climático ha sido severo y las bajas temperaturas ya no duran lo que antes. Pobres chinitos, que se apuren antes que el hielo se derrita y sus estatuas sólo sirvan para refrescar a los acalorados.

1 comentario:

  1. Pues sí mi querido WARBRUM. El estar viviendo en un pueblo pinguinero con temperaturas q van d -20 °C a -30°C y no solo eso, q por meses solo tienes unas pocas horas d luz, lo único q quieres hacer es Dormir y si chelear.....Eso es lo q todo mundo hace por aqui.

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