19 de abril de 2010

Té de amor


Algunos taxistas suelen ser aburridos y jetones, pero otros tantos, como el que les tocó a unos amigos, son tan parlanchines que a veces cuentan su vida o, en este caso, sus peores vicios.

Resulta que el señor tuvo algún problema con su esposa, la verdad es que no recuerdo bien si se murió o tronaron o lo dejó. Entonces el hombre del volante decidió que debía conseguirse una novia. A sus 50 años, su sex appeal no era muy digno que digamos, por lo que recurrió al famosísimo toloache.

Ha de saber, culto lector, que el toloache es una planta originaria de América de Sur y, en la cultura popular, es conocida por sus propiedades "enamorativas". Así, un tecito de toloache, administrado a conciencia, puede hacer que la persona amada se quede con usted para toda la vida.

El señor don taxista, repito, a sus 50 años, encontró la felicidad (con la ayuda del toloache) en la persona de una mujercita de 14 años que, al parecer, aún retoza en su cama. Bien dicen que para el amor, inducido o no, no hay edad.

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