24 de junio de 2010

Eeeeeee, ¡putooo!

Ya sabrá usted, querido y enterado lector, que la Selección Mexicana de Futbol tuvo una primera ronda de ensueño en Sudáfrica 2010, porque empatar con uno de los equipos de menor nivel de la competencia, ganarle a una potencia venida a menos por problemas internos y perder con Uruguay, que hacía años no podía vencer a México, es una verdadera hazaña, dado el esquema incomprensible del técnico nacional.

Después y a pesar de todo esto, los verdes accedieron a la segunda ronda y ahora, como hace cuatro años, enfrentarán a Argentina... ¡damn! Claro que tanto jugadores, directivos y demás personas que hacen de la Selección un negocio muy lucrativo están temblando de miedo (ah sí, también los aficionados) y para muestra basta la declaración de uno de los mejores delanteros que ha tenido México en los últimos años: el contundente, efectivo y patriota Guillermo Franco (que además es argentino).

Copio parte de la nota de ESPN:

A cuatro días de enfrentar a Argentina, el Guille Franco ya se da por derrotado pues asegura que es imposible detener a Lionel Messi, la única forma es: "Pegándole un tiro". Y el periodista argentino parado a mi lado hace una cara de sorpresa. Queda en shock al escuchar al naturalizado mexicano.

--Pero Guille, vos sos hombre de Dios-- le dice.

"Si. Vamos a pedir a Dios y a orar, pero cómo paras a un crack como él, es imposible es el mejor jugador del mundo. Tiene mil variantes, con diferencia de velocidad, frena, arranca es un grandísimo jugador", asegura.

Franco, cuyo único motivo para pisar canchas sudafricanas es el compadrazgo con Javier Aguirre, no sólo personifica al más terrible villano, pues ha perjudicado con creces la efectividad del "Tri" al momento de anotar goles, sino que da una muestra de que la mediocridad mexicana se pega, y se pega duro, tal vez esa fue la razón por la que lo naturalizaron... ¡lástima!

Y luego algunos se preguntan por qué hacen fotos como ésta:


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