21 de junio de 2010

Versos escatológicos

En el otrora Pueblo Mágico, Tepoztlán, hay un convento que no conocía (por dentro). Es un lugar con harta historia y en el que, una vez dentro, el visitante se puede olvidar del bullicio del mercado sobre ruedas, los turistas fotógrafos, los vagos lugareños y disfrutar de bóvedas con diseños interesantes, una exposición de fotografías de varios personajes históricos como Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Francisco Villa y Emiliano Zapata entre otros. También hay un mirador desde donde se puede apreciar el Tepozteco y la pirámide que se construyó en el siglo 12.

Así, entre pasillos rojos, celdas que el visitante no puede más que ver por la rendija de la puerta, una biblioteca, el patio central y hermosos pero inaccesibles jardines, uno piensa que no hay más que ver. Pero, oh sorpresa. En el segundo piso hay un pasillo largo, algo tenebroso, que lleva a un cuartito que los frailes utilizaban como baño.

Al fondo del cuarto, cinco paredes dividen los cinco compartimentos; cuatro que tenían una tabla de madera con un hoyo al centro y el quinto que hacía las veces de regadera. Ajá, unos baños, ¿y luego? He aquí lo interesante. Se entiende que en cada compartimento había una frase que hacía referencia al arte de cagar. Las paredes ya están borrosas, pero los muchachos del INAH se dieron a la tarea de rescatar los mensajes de los frailes, quienes tenían verdadero sentido del humor. Juzgue usted con este ejemplo.


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