21 de octubre de 2009

Biocomercio

Me topé con una foto por demás interesante que voy a describirle, lector, pues no sé si pueda publicarla (derechos y esas cosas). El cuadro es fenomenal: un dedo (creo que es el índice de algún mortal, sostiene, en la yema, sólo en la yema, ubique usted la suya y compruebe el tamaño de esta parte de su mano, una rana de cuerpo bicolor (rojo y negro) de ese tamaño.

Imagine la pequeñez del animal. Evidentemente esta condición lo hace muy interesante, muy exótico. Debajo de la foto, como es normal, hay un pie, que dice lo siguiente:

4 de junio. San Félix, Colombia. El director de la compañía Dynamic Engineering Environment sostiene una de las tantas ranas que exportan a Alemania. Colombia es uno de los países con mayor diversidad en cuanto a flora y fauna se refiere, por lo que ha iniciado una práctica denominada biocomercio, mediante la cual vende diversas especies a otros países para que puedan exhibirlas en zoológicos, darlas como regalo o venderlas.

Me parece a toda madre que la gente de esta compañía haga lo que hace con los animales, ¿cuál es el problema de apropiarse de ellos y sacarlos de su hábitat para lucrar? ¡Negociazo! Y luego pensé, ¿cómo se vería un pie de foto de esta forma?:

4 de junio. San Félix, Colombia. El director de la compañía Human Dynamic Engineering sostiene uno de los tantos bebés que exportan al mundo. Colombia es uno de los países con mayor producción de humanos en el planeta, por lo que ha iniciado una práctica denominada biocomercio, mediante la cual vende bebés, niños y algunos espécimenes mayores a otras regiones para que puedan exhibirse en centros de recreación, darlos como regalo o venderlos.

Claro que en la foto, en vez de un dedo humano se vería a un chango con un chamaco en brazos.

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