14 de octubre de 2009

El futuro nos alcanza


Recuerdo cuando jugaba con los carritos Hot Wheels; tenía muchos, de todos colores y marcas. Mis coches volaban, corrían a velocidades demedidas y hasta podían surcar las aguas de las albercas donde me divertía con ellos.

Y hoy, mientras hojeaba un libro de fotografías del año pasado, me encontré con una que me llamó la atención sobremanera: un cochecito muy parecido al Solstice de Pontiac surca las aguas de algún mar. No sé si usted, enteradísimo lector, había escuchado o visto el sQuba. Pues yo lo acabo de ver y es una maravilla. Aunque aún es un prototipo, este biplaza se podrá conducir tanto en tierra como 10 metros bajo el agua. Tiene tres motores (eléctricos por aquello de ser ecofriendly), uno para la superficie y otro para que pueda "bucear". Es descapotable, pues una cabina cerrada debajo del agua sería muy peligrosa.

¿Que qué? ¿Y uno se tiene que mojar? La respuesta es afirmativa, pero ni modo, toda excentricidad tiene su precio. El conductor y el pasajero tendrán que respirar a través de máscaras de oxígeno (incluidas por supuesto). La tapicería, como era de esperarse, está fabricada con un material resistente al agua y, para rematar, el diseño cuenta con diamantes incrustados (aunque no se especifica en qué parte).

Ya me imagino cuánto va a costar... Hay que empezar a llenar el cochinito.

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