¿Cómo piensa un soldado?

Siempre he creído, como seguramente muchos en este planeta, que la guerra es la peor aberración que el ser humano pudo haber creado, pues los intereses de pocos suponen el sufrimiento de muchos, miles, millones de inocentes. También porque cada que hay una nos damos cuenta de la poca capacidad que tenemos para dialogar y arreglar conflictos "como la gente decente" (dirían los mayores) y sobre todo nos mostramos la decadencia pueril de nuestra raza, entre muchos otros contras.

También considero que los soldados, principales actores de las guerras, son los únicos culpables de todas las masacres que hemos visto a lo largo de la historia de la humanidad (y los únicos que pueden detenerlas), pues son entes entrenados sólo para obedecer órdenes, sin criterio propio, incluso sin valores humanitarios de los que otras personas gozan en este mundo. Pero tal vez esta visión es un tanto estrecha.

Ayer, en uno de mis tantos viajes a través de la red, confirmé que siempre existe alguien que piensa, que trata de hacer un cambio, que por lo menos expresa su desacuerdo y con ello coloca su granito de arena en la construcción de un mundo mejor.

Vi el video, lo escuché con atención, recapacité. De todas las cuestiones que vinieron a mi cabeza, que son demasiadas para expresarlas en este espacio, hay una que me llama la atención: ¿por qué este video, uno que en realidad vale la pena ver y escuchar, porque nos afecta a todos los seres humanos, tiene apenas 16 mil 500 visitas en YouTube? El video de un niño gordo que se cae del tronco de un árbol a un río tiene más de 17 millones.