31 de marzo de 2010

Paulette

Para aquellos mexicanos que no estén enterados, que les valga gorro el acontecer o que sean ermitaños de las redes sociales, y para aquellos que hacen el favor de leer esto en otras partes del mundo, actualizo: hace unas semanas, en la Ciudad de México, comenzó a circular la noticia de que una pequeña de nombre Paulette Gebara Farah había desaparecido de su casa.



A partir de este lamentable hecho, la familia armó una campaña mediática que alcanzó a miles de personas en poco tiempo. Facebook, Twitter, televisión, radio, mantas en la calle, flyers... Bueno, hasta misas para rezar por la pequeña que, además, "presentaba una discapacidad motriz y de lenguaje".

Mientras los medios de comunicación hacían un escándalo (es bien sabido que esto genera rating) y la población enternecida prendía veladoras, se unía a grupos de Facebook y cambiaba sus avatars de Twitter por la foto de la niña, algunos nos preguntábamos cómo era posible que ella pudiera haber desaparecido, de la nada (como si los ovnis la hubieran abducido), en su casa de Interlomas, una de las zonas más exclusivas del Estado de México, donde la seguridad es tan implacable que ni las hormigas pasan sin identificación.

Y no sólo eso, sino que analizábamos las declaraciones de la madre, quien se refería a su hija como "la niña" y apenas derramaba una que otra lágrima (dicen que se ponía a picar cebolla antes de cada entrevista). Y al principio nos decían que no ma, que pinche conspiracy theory, que qué desalmados.

Hoy, después de la campaña, de la búsqueda, de las lágrimas de cocodrilo, del alboroto popular y de la lástima creada, se informa que el cadáver de Paulette fue encontrado en su cama, debajo del colchón. En su departamento.

¿Debemos sorprendernos por este hecho? ¿Debemos formular teorías? ¿Debemos polemizar y convertir el tema en una conversación de sobremesa? Eso pasará, con seguridad. Pero al final del día lo olvidaremos, porque niños nacen y niños mueren todos los días, ¿qué no?

2 comentarios:

  1. Tengo mucha tolerancia por la maldad del mundo, pero PUTA MADRE, Siempre he dicho que las mamas son la cosa más santa, que esto pase de verdad que me encabrona, hasta las mamas perro y las mamas gato cuidan a sus cachorros con su vida.

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  2. Ya sé, está cabrón...Pero es que el ser humano está bien tocadiscos ultimamente

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