25 de agosto de 2009

Lapsus brutus


Ya sé que seguramente todos ustedes, enterados lectores, sabrán que la gran señora presidenta del sindicato de maestros, quién más, la poderosísima Elba Esther Gordillo, cuasidueña de esta nación, expresó ayer, frente a varios miles de alumnos, el secre de Educación Pública y nada más y nada menos que don Felipe Calderón, lo siguiente (cito indirectamente):

Así, le rogamos, señor Presidente, ante el peligro de la influencia, que los niños y maestros sean vacunados contra el virus AHLNL...

Y me pregunto qué habrán pensado todos. Los que aún creen en ella, "¡no ma, un nuevo virus, ya nos cargó... qué bueno que le exige vacunas al gobierno, es para nuestra protección!"; los enterados, como usted y yo, "¡jija, es increíble que esta gente tenga tanto poder!" (y todo lo que seguramente está pensando); Calderón... Bueno, sin duda le recordó a su predecesor.

4 comentarios:

  1. Y luego la gente se pregunta por qué la educación está como está...

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  2. jajajaja pues de no haber sido por su "pekeña" equivocación podría decirte que la exigencia de las vacunas es buena, al menos haría menor el desmadre que se trae la secretaria con sus famosos filtros y medidas de prevención que no sirven mas que para perder el tiempo pues no proporcionan la información que realmente importa... sin embargo puedo contradecirme al decir que tmbn sería bueno que planeara de manera mas coordinada y eficaz todas estas medidas... pero bno que le hacemos

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  3. De que la exigencia es buena, es buena, por lo niños, pero el problema es la imagen de la lidereza... Es como un ejemplo que no se debe seguir...

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