19 de agosto de 2009

¿A poco no?


Un día escuché a una psicóloga o sexóloga o tal vez era sólo una reportera o conductora, hablar de las diferencias entre los hombres y las mujeres, que son muchas, claro está, pero me llamó la atención una en particular: la forma de hablar, la comparación entre la cantidad de palabras que usa un hombre y la que usa una mujer para explicar cualquier cosa, por simple que sea.

Y el ejemplo que daba, el cual modificaré para fines prácticos fue cómo responde cada quien a la pregunta: ¿cómo llego a tu casa?

Hombre: cuando llegues a la calle grande de camellón te das a la derecha, en la segunda a la izquierda y es el número 15.

Mujer: para que no des más vuelta y puedas llegar sin problemas, porque a veces la gente se pierde, cuando llegues a la calle grande, donde el camellón tiene unos árboles preciosos y a veces se pone una señora que vende gorditas, date vuelta a la derecha, en la esquina vas a ver una tiendita que por cierto es súper barata y al lado de la tiendita una capillita que tiene un vitralito de colores que lindísimo. Bueno, ahí te das a la derecha, es una calle un poco angosta, cuidado porque es doble sentido y a veces los coches salen muy rápido. Pasas la primera esquina, donde hay un puesto de periódicos y en la que sigue, donde hay una casa blanca con portón negro, grande, te das a las izquierda. Pasas dos casas y un terreno baldío y en el número 15, casa de barda como mamey con puerta café, donde hay un Bora estacionado, ahí me tocas y ya te abro.

Dígame, lector, ¿si o no? La mera neta de netas, así son, siempre dándole más vueltas al asunto en vez de fomentar la practicidad y la economía en las palabras.

Ja.

3 comentarios:

  1. Jajajaja, sí es cierto, pero no es porque seamos rolleras sólo le ponemos más sabor a las explicaciones.

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  2. ademas de que demostramos ser mas observadoras que ustedes...

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  3. Pero cómo la hacen cansadaaaaa! ja jaja, las amos (a las mujeres).

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