17 de agosto de 2009

Relaciones interpersonales

Como es bien sabido, hay algunas personas que tienen problemas para relacionarse con otras. Razones: por que simplemente son sangronas, porque algún problema de conducta les impide establecerlas (las relaciones), porque tienen mucho trabajo (workaholics), porque son raros, anormales o, en otras palabras, no van con la media... ¿Qué es la media? Pues todos aquellos que no son raros. ¿Qué es un raro? Historia...

Hace un par de semanas terminé de editar un libro de Recursos Humanos, en éste, varios colaboradores escribieron artículos acerca de las mejores prácticas de la empresas en las que laboran. Una de ellas maltaCleyton, compañía que elabora productos balanceados para animales, o sea, para que estos puedan alimentarse sanamente antes de llegar a nuestra mesa. Leía yo el artículo, que no me ilustró nadita en RH, pero mucho en definir (por fin) a una persona rara, o por lo menos con el potencial de serlo.

En la introducción del texto se hablaba del proceso de reclutamiento de la empresa, el cual incluye, como casi todos los procesos de reclutamiento, una entrevista. Los resultados de esta entrevista se publicaron en el artículo. Una de la preguntas (que se le hizo a los trabajadores de mC, todos veterinarios, biólogos, zootécnicos, etc) era: ¿Por qué decidiste estudiar esa carrera? Y una de las respuestas más comunes, aunque usted no lo crea estimado lector, fue: porque me llevo mejor con los animales que con la gente.

No tengo otro comentario al respecto.

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