26 de agosto de 2009

Modestia aparte

Transitaba su servidor, muy molesto, por las calles de la Ciudad de México esta mañana de miércoles, fría, nublada. Estaba enojado porque el lunes salí temprano y llegué tarde, el martes salí más temprano y llegué más tarde y hoy salí más temprano todavía y todo parecía indicar que llegaría más tarde aún (aunque al final no).

El caso es que estaba yo en el auto, con las nalgas adoloridas y entre mentando madres y escuchando música cuando me percaté que delante de mí circulaba un Chevy Joy, naranjita, del año del caldo por lo que pude notar, un poco golpeado. En la parte trasera el dueño colocó una estampa que decía:

Cuando Dios me hizo estaba presumiendo.

Lo primero que pensé fue "no te pases, güey", pero después, sabiendo de antemano el resultado de mi futura observación, pensé de nuevo: "vamos a ver la calaña de conductor". Y como se lo comento, guapo(a) lector(a), aunque ya sabía lo que se iba a mostrar ante mis ojos, comprobé que era un tipo al que ni su mamá presumió cuando nació (él, obvio).

Características de una persona que pega ese tipo de calcomanías en su auto:

- Almohadazo, no falla, es básico (incluye cabello con harto cebo, indicador de que no se bañó).
- Ojos hinchados, porque el tipo a duras penas se pudo despegar las sábanas del cuerpo.
- Cara entumida, crealo, lector, uno puede saber cuando la cara de alguien está así sólo con verla.
- Vestimenta fachosa, éste portaba una sudadera roída sin playera abajo, pero también se vale aplicar la camiseta sin mangas, y las chanclas azul acuamarina con hoyitos (de plástico, sí sabe, ¿no?).
- Actitud valemadrista, sí, en efecto, le vale que lo vean, le vale metérsele al de al lado, le vale llegar tarde a su trabajo y le vale su cuerpo.
- Soledad, aunque esto debe comprobarse, generalmente no llevan acompañante... y es que imagínese a qué olerá ahí adentro.
- Gusto por las calcomanías ridículas, yo sé que es obvio, pero no dude que la puerta de su casa también tenga una, incluso la ventana de su cuarto.

Así las cosas, querido lector, si es usted aficionado a las pegatinas en los coches, omita aquéllas que tengan frases célebres como la anterior, por qué no mejor compra unos bonitos y lucidores balazos, al fin que la violencia está de moda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario