13 de julio de 2010

Ah, la lluvia

Los últimos días han sido muy húmedos en la Ciudad de México. Lamentablemente contamos con un sistema de alcantarillado de "vieja generación" y a veces sentimos que las inundaciones acabarán, primero, con nuestra paciencia, y después, con la metrópoli misma. O tal vez exageré, estimado lector.

Y hablando de exageraciones, ya va siendo hora de que dejemos de quejarnos por las consecuencias de que un gobierno incompetente no pueda arreglar el problema de las coladeras y los encharcamientos y el tráfico que se genera y los deslaves y demás tragedias que ocurren cada año, pues éstas no son nada, absolutamente nada, comparadas con las consecuencias de una pequeña marea en Venecia.

Mire cómo se ha resignado esta mujer en tierras italianas... ni modo, hay que salir a perseguir la chuleta.


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