7 de julio de 2010

Una mentirilla

Al igual que muchas partes de la República Mexicana, la Ciudad de México ha sido atacada por terribles lluvias. Cada año es lo mismo, llegan las lluvias y la ciudad se vuelve un caos: encharcamientos, inundaciones, árboles caídos, rupturas en el sistemas de aguas, etc.

Pero este año, el gobierno de Marcelo Ebrard, un perredista muy preocupado por el pueblo y sus necesidades, puso manos a la obra e inició trabajos de limpieza en el alcantarillado, reconstrucción del sistema de aguas y mejoramiento del Operativo Tormenta ("fuerzas especiales" que responden en caso de granizadas o inundaciones).

Así, todos los ciudadanos confiamos en que la época de lluvias sería la más tranquila en toda la historia de esta ciudad, desde que era Tenochtitlan. Obvio no, lector. Vino la primera lluvia fuerte y, para ejemplificar las consecuencias, reproduciré lo que me dijo el señor de la alerta vial:

- Buenas noches, joven, ¿me puede decir qué pasa en Periférico Sur?
- Claro, tenemos reportes de que el Segundo Piso está inundado, Picacho Ajusco está inundado, Viaducto Tlalpan está inundado, la Zona de Hospitales está inundada y el agua alcanza los dos metros, San Ángel, a la altura de Insurgentes, inundado... Si usted va al sur, lo único que le recomiendo es paciencia.

Así que me armé de paciencia. Pero la perdí al día siguiente, cuando escuché que Elías Miguel Moreno Brizuela, Secretario de Protección Civil del Distrito Federal, hablaba en el radio de lo existosos que han sido sus programas para prevenir lo antes descrito y que, además, con el cinismo de un político papanatas y mentiroso (perdón, triple redundancia) se atrevió a decir que, en Avenida de los Poetas, una barda se había desplomado y provocado la aparición de una pequeña fractura en el puente.


Con esta pinta, ¿qué se puede esperar de Moreno Brizuela?

La pequeña fractura resultó ser un cráter en el cabe un coche, y sigue creciendo...

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