1 de julio de 2010

Mejor mañana...

Antes que nada, querido lector, me disculpo por no haber posteado ayer, pero hubo limitaciones tecnológicas (el internet de Cablevisión es una basura -si lo tiene, cancélelo y si no, nunca lo contrate-) que me lo impidieron.

Ayer fue el último día para verificar autos (oséase comprobar que las emisiones que éstos despiden estén en un nivel decente). A pocas cuadras de mi oficina hay un Verificentro (oséase un lugar donde verifican que las emisiones de los coches estén en un nivel decente), lo cual permitió que me diera cuenta (o más bien "verificara") que el mexicano promedio tiene una habilidad excepcional para "dejar las cosas hasta el final".

Es increíble que alguien prefiera ser el número 245 en la fila y esperar horas y horas (que podría aprovechar trabajando) en vez de ir durante los dos meses que tiene disponibles para "checar" su auto. ¿Pretextos?

1. No tenía dinero.
2. No tenía tiempo.
3. Se me olvidó.

¿Le cae, lector? ¿O acaso usted es de los que aplica la misma técnica para no ir a la oficina? Si es así, le recomiendo cambiar de estrategia, ¡pero ya!

No hay comentarios:

Publicar un comentario