La fila del cine es larga, muy larga. Es el día de estreno de una nueva película animada. Los que estaban formados para entrar no lo sabían, pero este filme revolucionaría el mundo de la animación: un hit de magníficas proporciones, éxito norteaméricano (mundial).
Me formo para comprar los boletos de otra peli, a mí qué me interesaba ver a un mono verde, por buena que fuera la animación (sí, lector, hoy me retracto de ese pensamiento). Frente a mí, una pareja: ella, con el cabello pintado de un rojo violáceo, un aretito en la ceja y ropas negras como la noche; él, no lo recuerdo, pero había un hombre preguntando cuál película verían. "Vamos a ver S-rrec, mi amor, ándaleeee".
Y toda esta historia fue para introducir lo que alguna vez platicaba con unos amigos y de lo cual me acordé hace rato: formas de decir Shrek.
1. S-rrec
2. Shresh
3. Chrek
4. Shré
5. Chré
6. Sherk
Aquí hay de dos sopas, estimado lector, o ya ha escuchado esta deformación del nombre del ogro, o usted mismo la aplica. ¿Conoce otra?
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