21 de abril de 2009

El Robo del Siglo


En días pasados, tres señores colombianos decidieron que era buena idea asaltar un banco. No lo sé, pero quiero pensar que lo planearon con semanas de anticipación, pues el atraco debía resultar perfecto. Uno no debe aventurarse a robar un banco sin tener hasta el más mínimo detalle organizado.

Así, los señores asaltantes dispusieron de un par de motocicletas y se dirigieron a la sucursal que en común acuerdo habían elegido. Al llegar, sometieron a quien debían someter y pidieron a quien se lo debían pedir que les diera el dinero. En total y gracias a la cooperación de los trabajadores de la empresa, los señores asaltantes lograron recaudar un jugoso botín de 4 millones de pesos (colombianos), lo cual equivale a unos 22, 100 pesos mexicanos, o 1,700 dólares americanos o 1,3oo euros (europeos, claro).

Así, felices por el éxito, los señores asaltantes se dieron a la fuga en sus dos motocicletas, pero no contaban con que algún vivo contactó a la policía. Los señores uniformados colombianos dieron con el paradero de los señores asaltantes y entre ambos bandos protagonizaron una persecución por las calles de Barranquilla. Como los señores asaltantes no estaban acostumbrados a las corretizas se pusieron nerviosos, lo cual ocasionó que sus dos motocicletas chocaran entre sí.

Los señores policías no estaban acostumbrados a ver que los asaltantes frustraran sus propias fechorías, así que se sorprendieron. Y después de la sorpresa, los arrestaron y los trasladaron, heridos y sin sus 4 millones de pesos colombianos, a un hospital de "por ahí".

Los señores asaltantes convalecían con el orgullo destrozado cuando, para colmo de males, un señor investigador policía irrumpió en sus aposentos para informarles que el dinero que habían sustraído era falso, de juguete, sin valor, pues el banco lo utilizaba para cuestiones didácticas, o sea, para enseñarle cosas a sus empleados (cómo contar fajos seguramente).

Al parecer los señores asaltantes aprendieron su lección, la próxima vez mejor roban una vinatería.

NOTA: Caso real.

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