Dicen mis amables seguidores que, definitivamente, el regordete-cajeto-lastímero lerdo que aparece en varios programas cómicos de Televisa no es un personaje, sino un hombre que así nació. Yo aún tengo mis dudas, pues un conocido mío, a quien le tengo plena confianza, asegura que fue testigo de una entrevista donde Sammy Pérez hablaba normal, se movía normal y se veía normal. Y como dicen: si se ve como pato, hace como pato y le dicen pato, ¡pos' es pato! O algo así...
En números. El 70% de los encuestados considera que el personaje de Sammy es real y el 30% restante que no lo es.
Seálo o no, lo único que me pregunto es cuánto le pagarán, pues su éxito es indudable.
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