11 de junio de 2009

La "gloria" mexicana

Después del espectáculo que dio la Selección Nacional ayer por la noche, los aficionados deberán tener la boca sequita (y no sólo por la cantidad de cerveza que consumieron ayer). Aguirre dijo que primero habría que ganar; después, golear y, finalmente, gustar (¿o era al revés?). ¿Qué importa? El equipo es una máquina de mediocridad que sufrió y nos hizo sufrir durante 90 minutos de ridículo.

Si la alineación que perdió contra El Salvador ya resultaba increíble, la de ayer no fue la excepción, ¿quién es Esquivel? A esa decisión (muy bien Javiercito) añádale, lector, que Guillermo Franco falló como los infames y pueriles delanteros que jugaron aquella vez contra Haití (en el Preolímpico); Óscar "Mum-Ra" Pérez por poco permite un gol y vaya manera de observar el balón, inmóvil por los años, mientras se incrustaba en su red; Nery, como siempre, una nenita, pero eso sí, en las conferencias de prensa se atreve a decirle al mundo que "yo estoy en Europa y tú estás aquí"; Guardado, otrora símbolo naciente, se convirtió, como en el encuentro pasado, en un mero recuerdo de la grandeza por venir; Rodríguez, oh, Maza, por favor, por dignidad, renuncia; y para rematar, los jugadores se ponían el pie ellos solos (me refiero a la falta de Esquivel sobre Franco).

¿Panorama gris? En efecto, porque este equipo depende de Cuauhtémoc Blanco, punto. Antes se podría pensar que el Azteca, territorio de guerreros, serviría de fortaleza inmortal pero, con lo demostrado ayer, cuando Estados Unidos venga de visita nos va a clavar 4-0. Además no hay idea, no hay ganas, no se juega a nada. Y todos se preguntarán, como siempre, ¿de quién es la culpa? Y yo repito, para mis entrañas, en la sobremesa y en la fiesta, como lo comenté en una entrada de hace tiempo ya, la culpa es de todos: directivos, entrenadores, jugadores, patrocinadores y afición.

Le voy a poner un ejemplo, lector: hace unas semanas fui al Centro de Alto Rendimiento, donde me enteré de que el "Tri" entrena a doble sesión de 3 horas cada una, la primera en la mañana y la segunda en la tarde. La de la tarde es después de la conferencia de prensa diaria, que comienza a las 16:30 hrs y termina a las 17:00 hrs. Se supone que los tiempos son estrictos y que no puede tomarse ni un minuto más cuando se trata de entrenar y sacar adelante el resultado. Error. Vi, con mis propios ojosn, cómo Javier Aguirre y otros jugadores fueron absorbidos por Televisa, TV Azteca y Coca Cola para grabar comerciales, lo cual propició que la conferencia se atrasara, por tanto el entrenamiento también, es más, quién sabe si entrenaron la segunda vez. ¿Y la seriedad? Perdida...

Esperemos, por el bien del futbol mexicano, que esta Selección no llegue al Mundial jugando de esta forma. De igual modo, bien merecido se tendrían no pisar tierras africanas.

2 comentarios:

  1. Que tristeza darnos cuenta que no se hace nada al respecto, un vivo reflejo de cómo se maneja el país es el cómo se maneja el fútbol. El pedo es que si la política es mierda nos vale madres, pero si el futbol es mierda, ahí sí hay pedo.

    Pero ahí estamos, y como dices, los culpables somos todos.
    Un abrazo, ni pedo.

    ResponderEliminar
  2. Mi estimado Sergio, como estás? Yo muy bien, contrariado sí, pero satisfecho porque tenemos esos 3 puntitos. Mediocre? Sí, mucho pero ultimadamente se obtuvo lo que se necesitaba.
    Como sabrás soy un asiduo seguidor de nuestra selección, me desgarro la camiseta cuando juegan, y no he faltado al Azteca en ningún partido eliminatorio desde hace más de 12 años. Soy una víctima de la mercadotecnia y como tal creí que Gio iba a ser el siguiente Hugo Sánchez, que Vela iba a ser campeón de goleo en el Arsenal, y que Nery nos iba a llevara la gloria... Plop...
    El partido de ayer fue el duelo de la mediocridad. No hagamos menos a ninguno de los dos, no es fácil ser el más mediocre. Osorio y Salcido estaban distraídos hablando de como el gobierno de Angela Merkel ha revolucionado la economía alemana, cuando de pronto se apareció un señor llamado Haydon Pinto, carpintero de profesión en la provincia de Point Fortin, y nos puso a todos a temblar.. La enfermedad mexicana comenzó como una gripe, y hoy tenemos pulmonía... no es tan grave, podríamos tener un enfisema.
    Usualmente recorro la vida con mi nube negra despotricando contra todo, pero nunca contra la selección; así de grave es mi enfermedad. Con ella saco a relucir mi bipolaridad, y la cual te puedo ejemplificar en mi pensamiento del Kevin Rojas ayer por la mañana y hoy al despertar. Como conclusión y a pesar del panorama sombrío que nos aqueja vamos a ir al mundial, ya sea por obra de Jack Warner o por la mismísima intervención de nuestra virgen morena. Contra Estados Unidos somos el conejo herido en espera de ser devorado por el lobo, rol que la historia dicta nos ha favorecido.

    ResponderEliminar