14 de septiembre de 2009

Amanecerse

Hace un muy buen rato que no seguía la fiesta hasta temprano, o sea como hasta las 7 de la mañana o algo por el estilo. El sábado sucedió. ¿Cuáles son las razones por las que uno los hace?
Pues muchas, seguramente. Por que anda muy borracho, porque está festejando algo importante... Cada quien tendrá la suya. En mi caso porque se juntaron personas que, en conjunto, armamos un buen ambiente, pasamos de un lugar a otro con pila, ánimo y buena onda.

Resultado: a mis 25 años, cuando arrastro la fiesta de hace hace 8 o más, cuando el trabajo y el trajín diario ya hacen estragos en mi cuerpo, cuando ya debería de descansar un poco más, llega el lunes y obvio estoy cansado, obvio estoy gastado, algo que en otro momento o tal vez otro fin me hubiera disgustado y me habría llevado al arrepentimiento, pero no, me siento a gusto de saber que en mi vida tengo amigos con los cuales me divierto horrores y con quienes comparto mucho más que un par de fiestas o salidas al antro.

¿Que si lo seguiré haciendo? Probablemente, pero siempre ocn la consigna de sacar algo positivo y de llenarme en todos los sentidos, como el sábado pasado.

¡Salud!

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