24 de septiembre de 2009

Sonidos pinches


En el mundo hay sonidos muy placenteros (claro que esto depende del gusto de cada quien) como el de las olas chocando contra la playa (inclúyanse las gaviotas que cantan sobre ellas), el de una buena canción (la que elija usted, lector), el del viento cuando sopla con fuerza, el de una mujer (u hombre) que disfruta de un encuentro sexual o el de la voz de una persona otorgándome(le) un reconocimiento.

Sin embargo, y como todo en la vida, también hay algunos sonidos harto, hartísimo desagradables, lo cual hasta cierto punto es lógico, debe existir un equilibrio entre la fuerzas que nos rigen. Ayer estaba pensando en esto precisamente, y generé una lista:

1. El del agua cuando le jalas al inodoro - si le pone atención, admirable lector, notará que el líquido yéndose por ese agujero puede generar una sensación sonora nefasta.

2. El que se produce cuando alguien "vuelve el estómago" - es simplemente terrible escuchar el sufrimiento gástrico de otra persona. Y no se diga el propio.

3. El que hacen las bandas de "música pesada" cuando "tocan" - esto es algo muy personal, y sé que algunos no estarán de acuerdo, pero me parece demasiado estridente, estresante y ruidoso.

4. El que produce una persona cuando se prepara a lanzar un gargajo - ni siquiera tengo que describirlo. ¿Y qué tal cuando después de escupirlo todavía se aclaran la garganta? ¡Cínicos!

5. El de un bebé que llora y llora y llora - tan pinche es que en un disco que me pasaron de sonidos "para molestar a tus vecinos", el track número uno es éste.

6. El de genera una persona que come con la boca abierta - y sí, hay gente que aún lo hace, en pleno siglo 21.

Y podría seguir, tal vez, pero como ando soñoliento y algo (poquito) molesto, el sonido de las teclas está empezando a hacer estragos en mi aparato auditivo.

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