7 de septiembre de 2009

¿Pues qué rompí?

El viernes pasado fui a departir con algunos amigos a un lugar llamado María Bonita. Esta cantina (muy mexicana por cierto) se encuentra dentro del hotel Camino Real. Este hotel es famoso por sus altos precios, sin embargo, debo mencionar que el centro de consumo en cuestión (MB) es bastante accesible.

Bien comido y bebido: no más de $300 pesos por persona. Recomendación, amplísima: tacos de chilorio sinaloense (¿o estilo sinaloa?).

Bueno, el caso es que, como decía, los hoteles de esta cadena siempre han tenido fama por el costo de sus servicios, y el viernes pude comprobar dicha situación, pues al salir de la cantina, cuando nos disponíamos a pagar el estacionamiento, notamos que en la pantalla de la máquina estaba el balance del cliente anterior.

No lo podíamos creer, estimado lector, el costo total de estacionamiento señalaba $1, 278.oo MX. Y me pregunto, ¿qué habrá hecho esta persona? Como era de esperarse, imprimimos el recibo, mismo que he tenido a mi lado mientras escribo esta entrada, mismo que cada vez que veo me sigue apantallando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario