¡Azotó la res! en Staten Island, Nueva York, cuando Alexa Logueira, de 15 años, cayó en una alcantarilla de aquella localidad. Seamos sinceros, ¿quién no se ha caído al hoyo de una coladera? Es lo más normal, y sobre todo cuando, como la chica neoyorquina, vamos enviando un mensaje de texto sin importarnos lo que esté frente a nosotros. Eso incluye hoyos, árboles, gente, puestos de tacos y hasta perritos callejeros.
Pero bue..., ésta se fue al fondo de la cloaca y se raspó los brazos y la espalda, pero comentó que "fue una caída de metro y medio pero muy dolorosa". Pobre...
Ahora su familia quiere demandar a Staten Island, cuyos funcionarios argumentan que los trabajadores que habían retirado la tapa de la alcantarilla fueron a buscar conitos (de ésos naranjosos de plástico) para rodearla y poder señalarle a la gente que no pasara o lo hiciera bajo su propio riesgo. ¿Procederá en EU una demanda tan estúpida como esa? Naaaaa.
Seguramente este hecho sentará las bases para una nueva reforma para la protección del peatón tecnológicamente embebido, la cual permitirá que si uno se embarra con un poste de luz por estar navegando en su i-Phone (o el cel de su preferencia), pueda demandar al gobierno en turno, quienes no sólo tendrán que indemnizar al afectado, sino castigar severamente a dicho poste, por estúpido.
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